Peñarol es uno de los pocos equipos en el mundo donde para lograr la admiración de sus hinchas no es necesario hacer dos goles por partido, mostrar rudeza y ganarle al rival la posesión de la pelota aunque sea usando la lengua es motivo de celebración para nosotros, los hinchas. Pero se requiere algo más para permanecer en la memoria colectiva, algo que Daniel Pereira no consiguió y por eso hoy hablaremos del "Boya".
Arribó al Carbonero en la temporada 2004, proveniente de Liverpool donde destacaba por sus cualidades para la recuperación (o eso suponemos, porque los futbolistas pasan a los clubes grandes por méritos trascendentales en sus equipos, ¿no?), para formar una línea media temible. Quizá el mediocampo más rústico de la historia del Club Atlético Peñarol lo pudimos ver en un clásico del 2004 cuando Diego Aguirre alineó al "Boya" junto a Nicolás Rotundo y Fabián Césaro, el final podía pronosticarse... tres expulsiones.
Tras dejar el Aurinegro el terror de las canilleras probó suerte en Chacarita Juniors y luego encontró en Chile su lugar para castigar piernas ajenas, primero O´Higgins, luego Deportes Concepción (se alejó de la institución por sueldos impagos) y en la actualidad Universidad de Concepción, donde semana a semana Daniel busca víctimas.
3 comentarios:
Cesaro...como raspaba ese muchacho. De lejos pensé que jugaba en el Chievo Verona..me equivoqué muy mal!
todavía me acuerdo de los disparos frontales donde la sacaba del estadio y algunas veces, y con suerte no pegaba en el clinica
LA VERDAD SIN DUDARLO PREFIERO AL “BOYA” PEREYRA ANTES QUE A ROTUNDO.
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