Las manos...

Cuando el portero titular se va del equipo vendido a un fútbol más poderoso fruto de excepcionales actuaciones, hay dos alternativas, recurrir a los suplentes es una, pero cuando éstos te demuestran que como goleros son muy buenas personas y parece que no tienen manos tenés que buscar un nuevo ocupante para el puesto más injusto de los once. Entonces se adquirió un nuevo "Cancerbero", en lo poco que jugó mostró sus cualidades... caninas. Anduvo flojito en uno de los clásicos de verano y a los pocos días se lesionó, uno de los ligamentos de su rodilla quiso vacaciones y le esperan seis meses de recuperación. La encrucijada fue resuelta el día de hoy al incorporarse Nicolás Biglianti al plantel Carbonero proveniente de Rampla Juniors, ¿manotazo de ahogado?.