DT´s Excéntricos en el Carbonero

Quienes crean que solamente pueden verse ejemplos de extravagancia con el balón en los pies están equivocados, el Carbonero también los tuvo tras la línea de cal, dirigiendo los destinos futbolísticos del club.

Béla Guttmann

Llegó al Carbonero en 1962 desde el Benfica donde había conseguido dos Copas de Europa venciendo a Barcelona y Real Madrid. Al dejar el club portugués lanzó lo que hasta hoy se conoce como su maldición: “Sin mi, el Benfica nunca volverá a ganar la Copa de Europa”…créase o no el equipo Luso perdió luego de aquel año 6 finales europeas.
El húngaro estuvo al frente del Aurinegro pero no logró ni por asomo lo hecho en su anterior equipo y solo dirigió media temporada. Algunos atribuyen su fracaso a lo difícil que se tornaba la comunicación con sus dirigidos. Afortunadamente nunca se le ocurrió expresar ninguna frase como la que ejecutó en Portugal…Peñarol siguió creciendo luego de Guttmann.

Ljubomir Petrovic

Más reciente en el tiempo arribó posiblemente el último ejemplar de excentricidad en la dirección técnica del Manya, un Serbio con credenciales que constataban su título europeo con el Estrella Roja de Belgrado en 1991, un año antes de su llegada a estas latitudes. No solo por su lugar de procedencia es que catalogamos a Petrovic como excéntrico, es a su vez porque un día, sin ningún tipo de aviso previo Ljubo se tomó un avión con rumbo a Yugoslavia; tiempo después argumentó que quería acompañar a su familia en los difíciles momentos que se vivían por aquel entonces en los Balcanes y ofreció retornar pero ni su actitud ni los resultados obtenidos ayudaron a que se produzca el regreso.