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Ganar a lo Peñarol (Parte III)

El Peñarol de los milagros…la tarde en la que todo cambió en menos de un segundo.
Parece que el Estadio Nacional de Santiago es el lugar que el destino designó para que Peñarol despliegue su jerarquía. Esta vez un 31 de Octubre de 1987 y frente al América de Cali…nuevamente en la tercer final. La primera, en suelo colombiano deparó la victoria de los locales por 2 a 0, la segunda en Montevideo fue con definición agónica... “A lo Peñarol”, el partido se iba con un 1 a 1 y los colombianos se consagraban campeones, pero a 4 minutos del final del juego mediante un tiro libre Jorge Villar sentenció que habría un tercer y decisivo encuentro.

En Santiago el partido final fue muy parejo…90 minutos con empate a cero, se disputarían 15 minutos de alargue. El gol que los colombianos habían conseguido en el Estadio Centenario los favorecía, si el alargue terminaba igualado serían los campeones. A tan solo dos segundos del fin del partido…si, a los 14 minutos con 58 segundos del alargue Diego Aguirre hacía estallar las gargantas del pueblo carbonero. Nuevamente los mejores, nuevamente sobre el final, nuevamente contra todo y todos. Se confirmaba…este era el “Peñarol de los Milagros”, una nueva Copa Libertadores, la quinta, viajaba a las abarrotadas vitrinas del club.

“El futbol es único. Pero a la sentencia le falta un cierre que lo perfeccione y le otorgue justicia: Peñarol es único.” Juvenal (Periodista de Revista El Grafico).

Mediante estas tres reseñas creo que hemos dejado mas que claro lo que significa ganar “a lo Peñarol”…es esto lo que nos hace realmente únicos en el mundo, son estas victorias las que hacen que el amor por el club perdure y se perpetúe por generaciones…Peñarol es inmortal porque somos sus hinchas quienes así lo decidimos, somos quienes festejamos en las buenas, quienes destrozamos nuestras gargantas cuando las cosas van bien, pero también somos quienes fortalecemos nuestra pasión en los momentos que no deseamos vivir, en aquellos en los que seria mas fácil agachar nuestra cabeza decimos con orgullo “Soy hincha del manya”, esperando que en el ultimo segundo la pelota bese las redes y nuevamente podamos vivir la gloria.

Alvaro Cabrera – 20 de Junio de 2007