Para los cronistas de la época este partido fue mucho mas que eso, fue una confrontación a muerte entre dos exuberantes seleccionados y posiblemente el partido mas maravilloso de la historia de la Copa del Mundo.Uruguay con varios de los héroes de Maracaná frente al mejor seleccionado de toda la historia de Hungría se daban cita en Suiza para definir al finalista del mundial de 1954.
El cotejo marcaba que al inicio del segundo tiempo los húngaros se adelantaban por dos goles a cero, pero en los últimos quince minutos de juego el seleccionado celeste lograra la igualdad obligando a definir el juego en el alargue. El destino decidió que un balón nacido en los pies del atacante oriental Hohberg impacte el palo de la portería europea cuando aún nadie sacaba ventajas, posteriormente dos conversiones del goleador del torneo Kocsis sentenciaron el juego.
No fue una derrota vulgar, fue la primera derrota de un combinado uruguayo en competiciones mundiales; integrantes de aquel plantel no dudan al señalar que aquella selección era aún mejor que la que silenció 200.000 almas en un estadio de Brasil.
“...perdieron como héroes y caballeros. Yo no soy un tipo de conmoverme fácilmente, pero hace un momento, Schiaffino me besó felicitándome...Me pareció que iba a morir estrangulado por un nudo en la garganta. Fue el más bello, el más humano, el más inolvidable partido de mi vida.” Decía luego del encuentro un futbolista húngaro.
El cotejo marcaba que al inicio del segundo tiempo los húngaros se adelantaban por dos goles a cero, pero en los últimos quince minutos de juego el seleccionado celeste lograra la igualdad obligando a definir el juego en el alargue. El destino decidió que un balón nacido en los pies del atacante oriental Hohberg impacte el palo de la portería europea cuando aún nadie sacaba ventajas, posteriormente dos conversiones del goleador del torneo Kocsis sentenciaron el juego.
No fue una derrota vulgar, fue la primera derrota de un combinado uruguayo en competiciones mundiales; integrantes de aquel plantel no dudan al señalar que aquella selección era aún mejor que la que silenció 200.000 almas en un estadio de Brasil.
“...perdieron como héroes y caballeros. Yo no soy un tipo de conmoverme fácilmente, pero hace un momento, Schiaffino me besó felicitándome...Me pareció que iba a morir estrangulado por un nudo en la garganta. Fue el más bello, el más humano, el más inolvidable partido de mi vida.” Decía luego del encuentro un futbolista húngaro.
4 comentarios:
Entiendo tu pasión por el fútbol y que eres charrúa hasta la médula pero la frase "el partido mas maravilloso de la historia de la Copa del Mundo" ¿no es un poco exagerada? Mira que tienes finales con 5 goles o mas como la del 30, 34, 38, 58, 70 y 86.
Siendo Uruguay mejor equipo que en el 50, quedaron cuartos. Es una evidencia de que en el mundial no ganan los mejores, sino los oportunistas, que además tienen que tener talento, claro.
Abrazo!
Pues sí, el Mundial es para los oportunistas, porque aquella Hungría era sin dudas la mejor del mundo y cayó en la final ante una Alemania que todo el mundo vaticinaba que perdería vergonzosamente, más aún tras perder ante los magiares 8-3 en la primera fase.
Un saludo!!
@futbol en clave: creeme que no es algo que yo haya dicho, lo dicen las fuentes que consulté. Igual soy uruguayo hasta la médula y lo podría haber dicho yo sin inconvenientes. Un Abrazo.
@garrincha: en parte estoy de acuerdo con eso del oportunismo pero también hay que tener en cuenta algunas "ayuditas" externas.
Álvaro, permitime de disentir pero como uruguayo no creo que diríamos eso de un partido que perdimos... en efecto lo dijo uno de los ganadores, uno que lo vivió y sintió dentro de la cancha, es decir una opinión totalmente subjetiva y parcial pero no por eso menos válida! Creo que la intención del tipo era reconocer y homenajear la caballerosidad y entrega deportiva de los rivales, pero sobre todo de un SEÑOR como Schiaffino... claro que se hacen muchas conjeturas, y la gran pregunta en ese tiempo era: ¿Qué hubiera pasado si el negro jefe no se lesionaba en el partido anterior contra la rubia Albion?... porque a todo ese potencial de fútbol que aportaban Schiaffino y el cordobés Hohberg (y acordarse que por tener que poner tantos manyas como bolsos el técnico se veía obligado a dejar en el banco al "pardo" Abbadie!), si le sumábamos la cuota de vitamina H del gran Obdulio, a pesar de sus casi 37 pirulos, creo que todavía hoy estaríamos baboseando!! Pero claro, esas son cosas que si no se es MANYA son imposibles de entender, se puede pensar que un partido sea lindo por la cantidad de goles, cuando a nosotros nos importa el sentimiento porque sabemos que tiene relación directa con la vitamina H.
Como anécdota que me contó un veterano que asistió a ese partido, había estado lloviendo sin asco en esos días y la cancha era un potrero embarrado, esa pelota que el cordobés reventó en el palo y entraba al arco apenas iniciado el alargue quedó parada por un charco de agua! Y desde ese momento la taba empezó a salir culo pa' la celeste, y como dice Jaime Roos: uruguayos nunca más!!
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