La casa predilecta de los espíritus carboneros

Un lugar colmado de historia e historias, buenas y de las mas nefastas que podamos imaginar, que fue campo de prisioneros en la década del 70, recibió el mundial de 1962, fue anfitrión de bandas legendarias como The Rolling Stones o Guns´n Roses, un lugar en el que se jugó un partido con un solo equipo en el campo…según algunos “La tarde mas triste del fútbol”. Pero en esta ocasión hablaremos de algo diferente, este escenario fue testigo de sucesivas hazañas con la hegemonía de dos colores…el amarillo y el negro.
Repasando los relatos de la historia de nuestro club son muchas las veces en las que se nombra el Estadio Nacional de Santiago de Chile…y no en vano, pues es el escenario que más títulos continentales vio conquistar a Peñarol.
Cuando Amadeo Carrizo la paró con el pecho y el Aurinegro cambió un 0-2 por un 4-2 en 1966…cuando en 1982 Fernando Morena decidió cinco minutos antes del fin que no habría tercer final…cuando de la zurda de Diego Aguirre, dos segundos antes de que todo termine, salió una pelota que acarició las redes y se logró la quinta Libertadores, hace 25 años…
Para quienes lo sentimos de verdad como un designio del destino, ese destino que ha hecho tan glorioso al Carbonero, Falcioni sigue tendido en el césped y son muchos quienes aún no encuentran una explicación racional…y es que quizá no exista…quizá simplemente debió suceder de ese modo y en ese lugar…siempre en ese lugar.
Quizá en algún rincón del Estadio Nacional de Santiago los espíritus carboneros estén rememorando esos épicos acontecimientos… esperanzados en reeditar aquellos momentos.