La hecatombe...la debacle total

El diario Ultimas Noticias detalla la seguidilla de hechos bochornosos ocurridos durante el último encuentro del Carbonero; una narración digna de un capítulo de "Deportes en el Recuerdo".

"En la cancha, el árbitro asistente es bajado de una pedrada y retirado en camilla; en la cabecera visitante, un grupo de energúmenos destroza con furia los alambrados que les impiden ingresar al terreno, y en el pasillo que separa al palco de la tribuna principal, los hinchas locales intercambian una amplia gama de epítetos con todos los representantes aurinegros que divisan. Uno de esos intercambios enciende la mecha de la hecatombe. Todo comienza cuando un parcial de la franja se mofa de Maximiliano Arias y le dedica toda clase de improperios. Este se levanta de su asiento y responde de la misma forma. El hincha lo invita a pelear y el jugador de Peñarol le lanza un escupitajo. Enseguida, se suman otros simpatizantes más y Arias -alambrado mediante- reparte algunos golpes. Al instante se suman Sebastián Galán y José María Franco (también futbolistas de Peñarol que observaban el encuentro desde el palco) y llega la fuerza policial para comenzar a reprimir. Como siempre, pagan justos por pecadores y varios de los que fueron a separar terminaron golpeados. Siguen los empujones, y alguna que otra piña, cuando aparecen en escena Jorge Giordano -ayudante técnico mirasol- y los directivos Washington Cataldi, Gervasio Gedanke y Fernando Errico, además de Arturo Del Campo -presidente de Danubio- y su hermano Héctor -delegado-, todos con la intención de calmar los ánimos.
A los pocos minutos y al ver que sus compañeros están en inferioridad numérica en un tumulto que no lograba ser controlado por los policías presentes, los jugadores de Peñarol corren desde la cancha hacia el palco para darles una mano. El argentino Matías Manrique (que se sacó la camiseta), Nicolás Vigneri, Federico Pérez y Marcelo Méndez aparecen en primera línea de batalla, mientras Gustavo Matosas, quien se sumó a separar a sus dirigidos, intentaba llevárselos al vestuario a toda costa. "Nosotros fuimos a separar, nada más", diría luego Federico Pérez, uno de los pocos jugadores que dirigió algunas -escuetas- palabras a la prensa. Finalmente, y con la intervención de varios allegados de Danubio, logran sacar del foco del conflicto a los tres implicados (Arias, Franco y Galán). Ya en camarines, algunos directivos de Peñarol mantuvieron un acalorado diálogo con un par de policías, cuestionando los golpes indiscriminados que dieron algunos de los uniformados, pero tras el mismo, el clima interno se normalizó y los futbolistas mirasoles salieron en fila india rumbo al bus que los devolvió a Los Aromos. Nadie habló de fútbol, de la derrota que complica seriamente las chances de obtener el Apertura, ni de los errores cometidos. La autocrítica quedó para el siguiente capítulo.
Así concluyó un escándalo tan inesperado como impresentable. Porque si bien no llegó a transformarse en una batalla campal (como se temió en algún momento), ni los protagonistas se dispensaron demasiados golpes, sí hubo canilla libre de insultos, empujones y actos impropios de personas racionales."

4 comentarios:

Ángel Velasco dijo...
8 de octubre de 2007, 16:51  

Tras unos días sin poder actualizar el blog, vuelvo esta semana con nuevas críticas y nuevos análisis.

Un saludo

Anónimo dijo...
8 de octubre de 2007, 17:32  

eso no es nada,fijate esto
http://www.barrial.leaguerepublic.com/DisplayNotice.do?noticePlacementID=5372689¬iceID=4869700

xD

Anónimo dijo...
8 de octubre de 2007, 21:03  

Mas alla de las hinchadas, la violencia en el futbol de Uruguay es detestable. No debemos perdonarla de ningun modo.

Anónimo dijo...
9 de octubre de 2007, 16:28  

Cuando el contador quería jugar en Las Acacias hicieron hasta lo imposible por no habilitar la cancha, por lo inseguro de las instalaciones... es inconcebible que se juegue en Jardines, es una muestra más de la incapacidad de nuestros dirigentes y de la absoluta nulidad de nuestro peso en la Asociación.
Porque lo que pasó, fue sin duda el resultado de la acción de un retardado... de uno de la franja como dice Tucci y parecería indicar lo que dicen quienes analizan la posible trayectoria del proyectil o de uno de los nuestros como sostiene Larrionda (qué raro no? sin haber visto un carajo de acuerdo a lo que declara en el informe igual tira mierda contra el Manya), pero de un retardado al fin, de esos que siempre hay porque la madre de los idiotas siempre está preñada, que entró y fue puesto en condiciones de hacer lo que hizo.
O sea que el punto es, si hubiera sido en nuestra cancha, no importando de donde hubiera venido la piedra, o cuánto remisa hubiera estado la policía en la gresca del palco, lo seguro era que nos la clausuraban con tres candados y le daban las coordenadas a Bush para que la bombardeara en la próxima guerra.

Publicar un comentario

Si tenés ganas de comentar en BC tomate un par de segundos antes de confirmar, si podés evitar las puteadas te agradecemos. Todo comentario que no esté relacionado al tema propuesto en el artículo no será habilitado.

La Jopeada Blogs
 

IcyBlue | Copyright © 2009 - Blogger Template Designed By Simrandeep Singh | Adaptado por Blog Carbonero