En el inicio del nuevo siglo y respondiendo a las modalidades implementadas en otros países, Uruguay promulgó la ley que regula las Sociedades Anónimas Deportivas, previendo la forma de creación y los pormenores de las mismas. De cualquier modo nuestro fútbol sigue estando conformado casi plenamente por Asociaciones Civiles que no persiguen el lucro, en otras palabras, los clubes no pretenden ganar dinero sino copas.
Si tomamos en cuenta que el deporte y específicamente el fútbol es, de un tiempo a esta parte, un negocio muy importante, no resulta incoherente que se derive en la figura de las Sociedades Anónimas y el manejo empresarial de las instituciones. Viendo ejemplos que abundan en otros países no cabe dudas que la tendencia a la aparición de empresas donde antes hubo clubes es inevitable.
Todo esto toma aún mayor vigencia en épocas electorales, cuando abundan las propuestas sobre la administración institucional. No podemos perder de vista la esencia de los clubes, por lúdico que suene, han sido creados con un objetivo social y no basan su existencia en la presencia de dinero.
El manejo económico en este tipo de organizaciones está cargado de sospechas y generalmente se da con resultados poco claros, es decir que fallan en su punto clave, tienen fisuras en sus pilares. En nuestra realidad, donde todo está bajo sospecha resultaría casi imposible mezclar empresa con club y obtener resultados positivos.
¿Es nuestro fútbol seductor para empresas inversoras? seguramente desde el punto de vista del juego que aquí se desarrolla no, pero si entendemos al Uruguay como el tradicional vendedor de materias primas en este caso no seríamos la excepción. La misma razón que ha permitido la proliferación de contratistas sería interesante plataforma para generar la posibilidad de que existan asociaciones dispuestas a acercarse al fútbol.
Los ejemplos abundan en Europa, no obstante muchos clubes históricos de primera línea han mantenido su identidad, en Argentina se ejecutó la variante del gerenciamiento, con resultados en muchos casos nefastos.
Es requisito indispensable obtener cierta madurez intelectual que nos permita, en un plano guiado por el orden, tomar los riesgos que significa mezclar intereses económicos con intereses deportivos. Indudablemente la apuesta es compleja, nosotros además de hablar del desempeño del lateral derecho tendríamos que comenzar a estudiar la evolución de las acciones de nuestro club-empresa, criticaríamos las decisiones del directorio y seguramente veríamos fracturada nuestra participación como hinchas y críticos de los dirigentes, quizá el club se alejara de nosotros en cuestiones medulares.
Como alternativa sería interesante que se tome un camino central, obtener el manejo institucional con perspectivas y principios empresariales, explotando áreas que permitan nuevos horizontes y que ayuden a la consecución de fines deportivos. Quizá en un futuro no tan lejano, en el fútbol uruguayo los balances sí se festejen.
Próximamente ahondaremos en el tema, presentando un modelo de reestructuración dirigencial; por lo tanto entendemos este texto como introductorio a lo que desarrollaremos en días venideros.
Fuentes: El Ciudadano | Presidencia | Wikipedia
3 comentarios:
Hace unos años, Jorge Vergara, presidente y "dueño" de Chivas de Guadalajara, quiso interiorizarse sobre cómo comprar Peñarol (todavía estaba el viejo Damiani). Hoy el susodicho cuate tiene dos equipos, uno el más grande de México: Chivas, y otro en la MLS de Estados Unidos Chivas USA que está primero en este momento en el torneo americano y es de los firmes animadores. Qué bien vendría hoy que un tipo con plata viniera a invertirla en Peñarol, claro que eso es una utopía, aún cuando se pasara a operar como Sociedad Anónima, el fútbol Uruguayo es mercado para transferir jugadores, pero no para que venga un Abramovic y traiga monstruos a jugar un campeonato de morondanga, donde juegan clubes mediocres como Juventud, Cerrito, Villa Española (bue, a ese lo bajaron), Rampla Juniors, etc., etc.
Yo siempre estuve de acuerdo en transformar los clubes en una institución de tipo empresarial.
la realidad del fútbol mundial lo marca, el fútbol es un negocio-deporte, los clubes más prestigiosos, si bien algunos mantienes su rasgo de sociedad sin fines de lucro (FC Barcelona) en los hechos todos son grandes corporaciones empresariales.
Yo siempre repito que Peñarol debe buscar su nuevo destino en inversores europeos, asiáticos y xq no mexicanos.
Peñarol es una "marca registrada" con una gloria y prestigio intachable, falta capital y organización, tenemos el peso de la camiseta y la historia, un club con casi 118 años, pentacampeón continental y tricampeón intercontinental, sólo falta el capital...y el marketing.
Si bien Uruguay es un mercado exportador de jugadores, Peñarol podría tener una excelente "cantera" y además contratar jugadores de nivel internacional extranjeros para así ser de nuevo la "vidriera" para futuros pases, jugadores argentinos, paraguayos, brasileños, colombianos que sean tentados de jugar en peñarol, buenos jugadores digo, no cualquier cosa y reforzar la cantera, como cualquier club grande en el mundo lo hace (ajax, juventus, barcelona, madrid, milan, manchester, etc).
Una inversión de 50 millones de dólares, transformar al club (estadio, complejo deportivo, inferiores, giras, venta de camisetas, contratos estrella, volver a las copas con peso)
Esta inversión tendría retorno.
Los americanos no compraron al Liverpool? y el ruso abramovic al Chelsea?.
tampoco no olvidemos la mala experiencia del iraní en corinthians.
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