Repasando algunos documentos de la historia del club me llamó la atención que identificando a los entrenadores que a lo largo de los años del profesionalismo han ocupado la dirección técnica del Carbonero, la única ciudadanía que se repite, con la obvia excepción de la uruguaya es la húngara. Emérico Hirsch y Bela Guttman comparten tierra de nacimiento, pero no solo eso; ambos fueron entrenadores del Club Atlético Peñarol, y lo fueron en una época particular.
¿Por qué húngaros en las décadas del 50 y 60?, bueno la respuesta nace de una investigación accesible a cualquier curioso. Por aquel entonces el fútbol en el país de la Europa Central era sinónimo de éxito, un título olímpico en 1952 lo justificaba y lo demostrado en el mundial de 1954 (generando la primera derrota de Uruguay en la historia de los mundiales) no es diferente. Seleccionados en los que brillaban nombres como Puskas o Kocsis y una doctrina futbolística renovadora sedujeron a propios y extraños. El caso de Guttman potenciado además por logros tales como torneos continentales al mando del Benfica.
No solo en Uruguay revolucionaron, Hirsch supo comandar a River Plate y Gimnasia de La Plata en Argentina, y Guttman hizo lo propio en el San Pablo brasileño.
Tácticas plagadas de hombres en ofensiva representaban la necesidad futbolística de aquel tiempo. Cuentan que fue Hirsch quién durante un entrenamiento, observando jugadores de la tercera, se la jugó por un pibe flaquito para la titularidad en el primer equipo, dicen también que tiempo después ese flaquito iba a enmudecer Maracaná un 16 de Julio.
¿Por qué húngaros en las décadas del 50 y 60?, bueno la respuesta nace de una investigación accesible a cualquier curioso. Por aquel entonces el fútbol en el país de la Europa Central era sinónimo de éxito, un título olímpico en 1952 lo justificaba y lo demostrado en el mundial de 1954 (generando la primera derrota de Uruguay en la historia de los mundiales) no es diferente. Seleccionados en los que brillaban nombres como Puskas o Kocsis y una doctrina futbolística renovadora sedujeron a propios y extraños. El caso de Guttman potenciado además por logros tales como torneos continentales al mando del Benfica.
No solo en Uruguay revolucionaron, Hirsch supo comandar a River Plate y Gimnasia de La Plata en Argentina, y Guttman hizo lo propio en el San Pablo brasileño.
Tácticas plagadas de hombres en ofensiva representaban la necesidad futbolística de aquel tiempo. Cuentan que fue Hirsch quién durante un entrenamiento, observando jugadores de la tercera, se la jugó por un pibe flaquito para la titularidad en el primer equipo, dicen también que tiempo después ese flaquito iba a enmudecer Maracaná un 16 de Julio.
Foto: http://www.sportmuzeum.hu/aranycsapat/
4 comentarios:
No estaba al tanto de este dato! Muy buena info, sin dudas!
Un saludo!
Migue
Guttman fue un maestro y está considerado como uno de los más grandes entrenadores de la historia. Una de sus hazañas fue la de descubrir al gran Eusebio.
Un saludo.
alguien puede averiguar de donde sale la info de wikipedia que pone un japonés como que jugó en peñarol?
Tambien era húngaro el jugador del Barça Kubala y uno de los grandes de los años 50-60
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